Tu vida siempre fue un infierno.
Y vos la quisiste dividir en dos.
Con un alma rota no te alcanzaba, te tuviste que partir en
dos.
Y tu fragilidad siempre fue tu mayor fortaleza, y ya no hay
vuelta atrás.
Ojalá un día te encuentres, ojalá algún día ya no estés.
No se le puede desear lo peor a quien poco tiene, a quien
amar no puede.
Y esa falta siempre te va a pesar, ojalá algún día te puedas amar.